Hay en la política seguida por Caixanova con respecto a su Obra Social y Cultural un hedor a exhibicionismo.
Sobre ésto algo ya apunté en estas páginas. ¿Con qué criterios se diseña y ejecuta la llamada 'Obra Social y Cultural' de nuestra Caixanova? Y, claro, digo 'nuestra' porque es nuestra caja de ahorros municipal. Leer El País de hoy sobre esta relevante cuestión resulta esclarecedor.
Interesada como estoy por el ámbito cultural, podría señalar una de las múltiples cuestiones a las que me estoy refiriendo. En nuestra ciudad acaba de cerrar sus puertas una galería de arte, la de María Prego. Ha durado esa empresa tres años justamente. En dicha galería se han presentado exposiciones de gran interés; hubo artistas de esta ciudad y de fuera. Caixanova no sólo no ha adquirido ninguna obra para su Colección de Arte Contemporáneo en dicha galería ¡no ha pasado a hacer una visita a ninguna de las exposiciones ahí mostradas! Pero ¿no debe Caixanova 'ayudar' con su actividad 'social' a desarrollar proyectos en su ámbito más directo? Lo que Caixanova destina al año para adquisiciones de obras para su Colección es del orden de 900.000 euros. Ésto es sólo una muestra pequeña de cómo, con tanta oscuridad se maneja esa entidad con respecto a su Obra Social y Cultural. Hay que decirlo: el sr. Guillermo Brea es de una ranciedad más propia del franquismo que de los tiempos actuales; y su presidente ejecutivo, el sr. Julio Fernández Gayoso a sus 77 años ¿tendrá ya 78? debería estar más que jubilado; y dedicarse, si quiere 'ayudar' a alguna ONG, al banco de alimentos, por ejemplo.
Se impone una revitalización democrática de ese departamento de Caixanova llamado Obra Social. Y un ejemplo más. Sería interesante conocer los criterios de selección de personal que emplea Caixanova para ocupar los puestos de trabajo que emplea todo ese tinglado de edificios de sus centros culturales. Sería muy interesante saber algo de ello.
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