En la web de el El País hoy se lee: «la patronal de las entidades de ahorros reclamó al Gobierno y a los partidos que lleven a cabo "las reformas legales que preserven el principio constitucional de autonomía empresarial" de las cajas».
¿De quién son las Cajas de Ahorros? No son sociedades anónimas en las que unos socios particulares invierten sus propios capitales. Son organismos oficiales más que "empresas". ¿Por qué sus dirigentes enquistados en esas poderosas poltronas quieren ejercer de "empresarios" sin poner de su bolsillo ni un puñetero duro? ¿Por qué el poder político —en una democracia, legítimamente constituido— debe de retirarse de dirección y gobierno?
Y continua la misma web «El presidente de la CECA, Juan Ramón Quintás, ha abogado en varias ocasiones por limitar la presencia de políticos en los órganos de gobierno al 25%». Pero ¿qué poder democrático legitima al sr. Quintas en esa prepotente presidencia?
Hay que exigir al Gobierno que vigile más estrechamente y con mecanismos democráticos estas entidades sin accionistas dirigidas por auténticos virreyes que no se jubilan nipadiós. De verdadero escándalo es la reforma estatutaria de Caixanova que permite al anciano Julio Fernández Gayoso presidir la entidad ahora con más poder que cuando era director general.
Y la Universidad de Vigo, porque le da pelas, claro, va y lo nombra doctor honoris causa. Qué baratos los doctorados de esta puñetera uni.
Insisto «Cada día soportamos menores dosis de realidad». ¡quéVigo!
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