sábado, 11 de octubre de 2008

El MARCO nada y ¡consigue flotar...

... en la más pura mediocridad del espectáculo! O, también: nada más banal, otra vez, nos ofrece el MARCO.
Ayer, en la inauguración de (¡acabo, ahora mismo, de consultar la web del museo y no dice nada de la expo inaugurada!) la exposición en la planta baja 7+1 projects-rooms me sentía y percibía al público como si estuviésemos en aquellos desfiles del destornillo —para las y los mayores: aquellos desfiles cómicos de los alumnos de la entonces Escuela de Perítos—.
Pero, ¿se dará cuenta, el equipo directivo de esta institución, de que América, para los menos dotados, la descubrió Colón; y para los más, que ya estaban allí otros habitantes procedentes de dónde éste partiera? Deberían tener en cuenta, este equipo (que insiste e insiste en convertir el museo en espectáculo circense) del MARCO que hubo un tiempo anterior a los vuelos de bajo coste, sin móvil, sin webs... en que algunas/os, viajábamos a París, Kassel, Basilea, Madrid... que no somos, la ciudadanía viguesa, tan indocumentada.
Esta exposición es una real infantilada. Esa montañita rebanada, después de todo el arte Povera, qué nos ofrece sino una mirada más que carente de experiencia vital; una fotografía de las aberraciones urbanísticas resultaría más sugerente. Esas celdas de mentirijilla sustituyendo a aquellas que fueron derribadas impunemente por los autores de la ¿rehabilitación? de la carcel Palacio de Justicia... ¡qué poca imaginación! más exactamente: que poco trabajada esta idea ¡si es que la hay en tal project-room con sus amables carceleros de trajecito azul cual azafatos ¿guantánamos descafeinados? ¿Y la carroza de la que, en sus cuatro esquinas, penden farolillos taladrados del saber? ¡la delicia de los más pequeños! De la cerilla, moqueta y vídeo, por respeto a la condición humana... me lo callo. Podría opinar también del resto de la obras... pues no lo haré ya que de decoraciones hablo en otros lugares.

Se me ocurre que podría citar a M. Duchamp o a Lucio Fontana, o R. Horn, o a K. Kieslowski... pero ¿para qué? Si este equipo directivo hubiese dedicado un poco de tiempo a observar sus obras y a sacar algunas conclusiones, otras entonces, serían sus ofertas. Su oferta, la de ese equipo del MARCO, es ikeanamente estúpida, banal y zafia. Y así no aprendemos na de na. Eso sí, nuestros hijos se lo pasan pipa tomando cañas y pinchitos gratis los días de la inauguración, justo es reconocerlo.

Porque ¿dónde está el corpus teórico de este equipo director? Porque, no lo olviden, señores, el arte es algo más que oficio. ¿Necesitaré explicarlo?

Soy una ciudadana inscrita en un censo de casi 300.000 habitantes de que se compone esta ciudad. Desde esta condición de sentirme casi nada pido la DIMISIÓN o REVOCACIÓN del equipo directivo del MARCO.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Vaya!

Puedo suscribir el 98% de esta opinión. Pero no pediría tanto, bastaría conque el equipo dirigente reconsiderase la 'línea' expositiva.

"Llegará un día, más tarde o más temprano, en el que habrá una sublevación general y probablemente victoriosa contra la tiranía de lo nuevo, contra la coacción y la angustia de no quedarse atrás, de estar al tanto de las propuestas rompedoras, de las últimas tendencias de lo nunca visto. Los curators estrella se verán forzados por la necesidad a implorar trabajo como bedeles [...]" A. Muñoz Molina, 11-10-08 Babelia, pág 9

De este mal de lo 'último' pecan innumerables museos de arte contemporáneo resultando a la postre aburidamente 'provincianos'.

Saludos

A.

Anónimo dijo...

"En la actualidad, el modo de abordar el arte se caracteriza, frecuentemente, por una gran ingenuidad".