Amanece que no es poco

Mañana espléndida la de este sábado. De verdad. Me despierto temprano. Pongo la radio. Hablan de del 'debate' de los dos candidatos —parecían dos educados pacientes en la sala de espera del médico comentando el 'panorama' intrascendente del mundo ahí fuera de la consulta— a la presidencia de EEUU. Si, por las maneras, detalles, construcción gramatical, los contertulios y directora de este programa de radio, cambiasen los sustantivos lo mismo podría decirse que radiasen un partido de futbol. Así las cosas, en verdad, y tal como anda el globo terráqueo económicamente —y no sólo— poco más aburre uno u otro aspirante. Ninguno va a cerrar esos paraísos fiscales ¡auténticos agujeros negros! que se tragan nuestros misérrimos ahorros. El debate de los contrincantes y el debate del debate, en la radio aburren a las cabras. Amanece. Bajaré a comprar un par de periódicos, o ¿me compraré directamente dos revistas sobre amaneceres? (Como cabras).