
"Menos Franco y más pan blanco" decían los ahora mayorcitos hace pocas décadas.
Desde el hambre se decide primariamente. En estos tiempos de precariedad en los empleos, de precariedad en los conceptos, y de precariedad en las ideas (no sólo de la clase política), si no andamos con cuidado corremos el riesgo de elegir a representantes vocingleros. No es esperanzador soluciones a la italiana, pero ¡nos amenazan!
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