jueves, 6 de noviembre de 2008

Un bello edificio (exterior e interior)


En la calle Isabel II, colindante con el que fue Teatro Cine Fraga, están acabando este hermoso edificio que, si tenemos prisa apenas reparamos en él. Vale la pena hacerlo (a mi me pasó lo mismo, pasé por esa calle en más de una ocasión y no lo había ni mirado). Unos amigos andan buscando un piso céntrico, me preguntaron si les acompañaba, no tenía otra cosa que hacer, y ¡qué acierto! Ya en la calle ahora con más calma sí, me llamó la atención esos grandes ventanales. ¿Qué habrá tras ellos, una placa de hormigón los dividiría a la mitad? Tanta altura de vivienda, pensé, no puede ser, no están los tiempos para estas generosidades, ni mucho menos los promotores regalan metros cúbicos así como así. ¡Ah! Entramos y... ¡sí que pertenecen a una sola vivienda apartamento! Pues no, no son trampantojo, tal como sí ocurre en muchas de las rehabilitaciones que se vienen haciendo en la ciudad. ¡Menudos apartamentos! Tan es así, que ya me vi colocando mis cosas u muebles en esos bellos espacios ¿el exterior? la verdad es que apenas me fijé, es el interior lo que los hace deseables porque posibilitan de una manera cómoda la intimidad; dentro de ellos me sentí en Berlín, en Nueva York, en... pero estamos en Vigo. Me sentí en casa. Podría ofrecer aquí alguna fotografía de estos hermosos y generosos espacios; pero como pienso que de esta buena arquitectura, en nuestra ciudad, no hay gran oferta, a quien le plazca disfrutar (y su puede, que compre) de un espléndido cobijo, que se pase a visitarlos. No sólo de fachada consta una buena arquitectura, se trata también y fundamentalmente, de los interiores, pues es ahí, y no en las vistas en dónde, se supone, somos más nosotros mismos; y hay interiores que tiran a la calle a sus moradores ¡incluso en aquellos edificios cuya promoción la 'primera calidad' sólo afecta a los materiales y, muy raramente, a los espacios que pretenden acogernos serenamente.
El arquitecto, Juan Zaballa Malcorra (lamento no conocer más obras de éste, y ¿será que paso por las calles sin mirar sus edificios? la verdad es que a veces no miro ya que con frecuencia rehabilitan —es un decir— de una manera que da pavor). Felicidades al arquitecto, al promotor y a quien corresponda; lástima que sea ésta una calle tan incómoda, no tienes aceras; nada es perfecto, ni se pretende: con hacer las cosas bien ya es de agradecer.

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