lunes, 16 de junio de 2008

Ya les vale


¡Qué gorditos están! Estos señores robustos de la cosa de la pesca, que desde los '60 del siglo pasado se han beneficiado de subvenciones a porrillo, de generosos rellenos para su uso privado de la ría pública... ¿qué narices quieren? Deben saber que el precio del crudo depende de los dueños de dicho crudo; a fin de cuentas ¿cuánto, del coste del crudo, forma parte del coste final del jurelo que nos zampamos?, ¿no demandan estos empresarios una política económica sin intervencionismos estatales?, ¿cuánto, de ese crudo con reducido impuesto sobre hidrocarburos que se les ofrece acabará alimentando sus barquitos de recreo y motos acuáticas de sus cachorrillos?
No me creo que si el jurelo de marras, que ahora nos venden, pongamos por caso, a 5 euros, debido al incremento del crudo, pase, si aplicamos bien el incremento, a más de 5,20 euros. Seamos un poquito consecuentes pues bien sabemos todos, y los señores estos de la pesca mucho mejor que nosotros, que los productos deben reflejar sus costes de una manera rigurosa. Los problemas de la pesca son otros, por ejemplo ¿cuánta plantilla de aquí navega en nuestros —lo de nuestros es un decir, son de ellos, de los señores de la pesca— barcos que faenan en las costas de África, y a cómo le pagan a esos africanos que emplean?
¡Mira que están gorditos!

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